
Menos decir.
Más hacer.
Menos comerse el coco.
Más comerse el mundo.
Menos cortarse.
Más lanzarse.
Menos excusas.
Más ganas.
Menos restar.
Más sumar.
Menos dar la espalda.
Más agarrar de la mano.
Menos compararse.
Más autosuperarse.
Menos cabeza.
Más corazón.
Menos “¿y si…?”.
Más “¿por qué no?”.
Menos indirectas.
Más decirnos las cosas a la cara.
Paula Pastor.