
Hace tiempo decidí
que volvería a París
a revivir esos momentos
que eran dignos de algún cuento.
A mí misma me prometí
que no volvería sin ti
a escondernos en los huecos
donde me comiste a besos.
De una rue a un boulevard,
nos escondimos en aquel bar
como refugio del frío
culpa de un invierno tardío.
Somos dueños de esta historia
que ahora guardo en mi memoria
y retumba entre mis dedos
como queriendo escribir versos.
Paula Pastor