
A ti,
que te he criticado por unos kilos de más y unos centímetros de menos;
que te he mirado mal, de arriba a abajo, a través de un espejo;
y te he odiado durante demasiados años.
A ti,
que he deseado que fueras totalmente distinto;
que me has hecho llorar porque no cumplías mis expectativas;
y has aguantado cada palabra de desprecio.
A ti,
estoy aprendiendo a quererte.
Y me gusta cuidarte,
mimarte
y respetarte.
A ti
te prometo que no volveré a hacerte daño
y que ahora admiro tu enorme capacidad para recomponerte después de tanto.
Por fin me atrevo a decir que te quiero
y que aceptar cada imperfección resulta ganar una batalla.
Ahora entiendo que eres mi aliado en esta guerra y no mi enemigo como siempre pensé.
Me gustaría darte las gracias.
Porque por ti puedo caminar,
ver, oír y hablar.
Gracias a ti puedo abrazar,
respirar,
y, sobre todo, puedo vivir.
Gracias, cuerpo, por no ser perfecto,
por tus preciosas imperfecciones que te hacen diferenciarte de los demás.
Gracias, cuerpo, por ser como eres.
Paula Pastor.
👍👏👏
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me encantan tus sentimientos aquí plasmados.
Bravo!⚘
Me gustaLe gusta a 1 persona